Protocolo de Kyoto

Protocolo de Kioto

Cuando faltaban doce años para el cambio de siglo, el tema del cambio climático empezó a cobrar importancia en el mundo. Organizaciones como la ONU y países industrializados comenzaban a tomar riendas de un problema que involucraría directamente a las futuras generaciones.
En Japón, y como forma de disminuir la producción de gases de efecto invernadero (GEI) producidos por el hombre, el 11 de diciembre de 1997, se realizó el “Protocolo de Kioto”. Éste es una herramienta internacional cuyo objetivo ha sido reducir la emisión de seis gases responsables del Calentamiento Global: Dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), dióxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6). Éstos compuestos deberían ser reducidos gradualmente en un 5% (respecto de 1990), entre los años 2008 y 2012. Esta disminución del índice de emisiones de gases no será a nivel de naciones, sino que global, pues, según el acuerdo en Kioto, cada país tiene su propio porcentaje de reducción de dichos compuestos. Archivos de “Greenpeace” logran especificar, en parte, lo que algunos países debiera hacer: “Japón deberá reducir un 6%, EEUU un 7% y la UE un 8%. Otros países tenían el compromiso de estabilizar sus emisiones como Nueva Zelanda, Rusia o Ucrania, o incrementarlas como Noruega un 1% y Australia un 8%”. El acuerdo fue firmado por aproximadamente 140 países. Sin embargo, debía ratificarse. He aquí el problema.
En Kioto se acordó que la entrada en vigor del protocolo sería una vez que los países industrializados y responsables del 55 por ciento de emisión de CO2, ratificaran su participación. Tuvieron que pasar siete años para que ocurriera. Mientras tanto, en el 2003, se realizaba la novena Conferencia de las Partes en Milán, Italia. Esta vez, los dichos de Joseph Komo, miembro de la delegación oficial de Micronesia, repercutirían prontamente. Con emoción, Komo irrumpió diciendo: “Somos los primeros a quienes el cambio climático mata”, y claro que tiene razón